Redes Sociales y Redes de Colaboración
- Jorge Antonio Toledo Chandía
- 6 nov 2015
- 1 Min. de lectura
Las redes sociales abren un conjunto de posibilidades para el desarrollo de trabajo en equipo y dinámicas que expanden virtuosamente el encuentro de las capacidades individuales. Pese a este diagnóstico compartido y tan prometededor, debe señalarse que su uso no es garantía de colaboración, ni encuentro en el saber y el hacer.
Más aún la experiencia internacional demuestra que este recurso en un número importante de casos, se ha convertido en todo un dolor de cabeza para la gerencia y la consecución de las tareas más mínimas dentro de la organización. Tan presente está este riesgo y tan evidente es que las personas dedican tiempo considerable a interacciones de carácter lúdico, recreativo y con sello personal - que escapan a fines colectivos profesionales-, que las organizaciones han empezado a preocuparse por el establecimiento de barreras que las reducen o derechamente las impiden.
Dichos problemas se presentan casi naturalmente, toda vez que las redes sociales abiertas padecen problemas estructurales de conformación y gestión: 1) No presentan reglas definidas de interacción: las reglas del juego brillan por su ausencia. 2) consecuente con lo anterior, es muy difícil determinar niveles de participación y contribución. 3) Siendo una red absolutamente permeable y abierta, existen escasas posibilidades de desarrollo de un “nosotros” y un sentido comunitario trascendente a los propios intereses individuales de sus miembros...para seguir leyendo haga click aquí
Por Jorge Toledo C. Periodista y Magíster en Ciencia Política. Especialista en Comunicación Organizacional y Coach en Habilidades Blandas.
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